Una de las funciones vitales del ser humano es la posiblidad de moverse y este movimiento se consigue gracias a las articulaciones. La edad y el uso diario de éstas, a veces superando su capacidad de resistencia y renovación, son factores que inciden directamente sobre la salud articular haciendo que se resientan y se desgasten. Para tener una buena movilidad es importante prestar atención a esta parte de nuestro cuerpo haciendo un buen uso de ellas y aportándole todos los nutrientes que necesitan. ¿Quieres saber qué son las articulaciones, por qué nos duelen y cómo podemos cuidarlas? Continúa leyendo…
Las articulaciones son el punto de unión de los huesos que permiten el movimiento y dan flexibilidad a las diferentes partes de nuestro cuerpo (rodillas, muñecas, hombros, cadera, etc), como si de una bisagra se tratara. La salud de las articulaciones depende primeramente de la integridad del cartílago que las recubre, el cual actúa como absorbente de los impactos.
El cartílago, imprescindible para la salud articular
En el interior de las articulaciones se encuentra el líquido sinovial, un fluido que ayuda a amortiguar los golpes y facilita el roce de los extremos óseos que se articulan (como si fuera el aceite para un coche), del que forma parte el ácido hialurónico. Los extremos óseos están recubiertos por un tejido duro pero flexible que actúa amortiguando y facilitando el movimiento, llamado cartílago articular.
El cartílago es un tejido vivo que está formado por células denominadas condrocitos, encargadas de mantener el equilibrio del tejido articular y regular la formación de los componentes de la matriz extracelular formada por colágeno, glucosamina, condroitina, ácido hialurónico y otras proteínas. Por su parte, los huesos están sujetos unos a otros por los ligamentos, constituidos por colágeno y dotados de una gran resistencia y elasticidad.
La capacidad del organismo para renovar la matriz extracelular puede verse alterada y se va perdiendo con los años, lo que conlleva que los extremos de los huesos estén menos protegidos y que del rozamiento aparezcan molestias y dolor. La inflamación articular acelera el proceso de destrucción del cartílago, afectando negativamente al proceso de renovación de los condrocitos y, como consecuencia, afecta a la degeneración del cartílago.
Deporte y articulaciones
Ser deportista, tanto profesional como aficionado, exige unas necesidades aumentadas, y en lo que se refiere a las articulaciones, somete al cuerpo a una gran presión. El entrenamiento y la actividad deportiva puede desgastar el tejido cartilaginoso y disminuir la flexibilidad de las articulaciones. Los deportistas son la población más afectada de problemas de este tipo debido a la sobrecarga articular.
El dolor articular es el trastorno más común que afecta al sistema musculoesquelético incidiendo sobre la calidad de vida. Se estima que el 68% de los españoles de entre 35 y 65 años refieren algún tipo de dolor a lo largo del año, impidiendo desarrollar con normalidad las actividades cotidianas.
¿Qué podemos hacer para cuidar de las articulaciones?
1. Practica ejercicio moderado
El ejercicio moderado es la mejor forma de mantener una musculatura y articulaciones activas. Si haces ejercicio intenso, intenta respetar los períodos de descanso para favorecer la recuperación de las articulaciones.
2. Haz estiramientos suaves cada día
Los estiramientos aumentan la amplitud del movimiento articular, lo que contribuye a reducir el riesgo de lesiones.
3. Controla tu peso
El sobrepeso es también un factor directamente relacionado con la salud articular, un exceso de peso se convierte en una sobrecarga para los huesos y articulaciones y conlleva a un desgaste prematuro del tejido.
4. Mantén posturas correctas
Las malas posturas producen un reparto desigual del peso afectando a las articulaciones. Existen disciplinas como yoga y pilates que van muy bien para estirar y mejorar las posturas.
5. Sigue una alimentación equilibrada
Trata de mantener una dieta equilibrada, rica en alimentos con colores vivos como son las frutas y verduras y baja en aquellos alimentos que aportan “calorías vacías”. Está comprobado que ciertos alimentos tienen un papel antiinflamatorio y regenerador en las articulaciones.
6. Busca fuentes concentradas de nutrientes
Puedes apoyar tus hábitos de vida saludable con fuentes concentradas de nutrientes que ayudan a mantener las condiciones normales de las articulaciones y músculos.
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CONFORT ARTICULAR…
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DOLOR…
La Cúrcuma tiene acción antiinflamatoria y alivia los dolores musculares y articulares.
FUNCIONAMIENTO CARTÍLAGO, MÚSCULOS Y HUESOS…
La vitamina C contribuye a la formación normal de colágeno para el funcionamiento normal del cartílago y de los huesos.
La vitamina D contribuye al mantenimiento de los huesos en condiciones normales y al funcionamiento normal de los músculos.
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** Propiedades saludables autorizadas en el Registro Europeo nº 432/2012 o inscritas en el Registro de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
** Los complementos alimenticios no deben usarse como sustitutos de una dieta equilibrada ni de un modo de vida sano. No superar la dosis recomendada. Mantener fuera del alcance de los niños. Para satisfacer las necesidades nutricionales es importante seguir una dieta equilibrada y variada y un estilo de vida saludable.
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