¿Sabes que el 75% de las personas no cumplen con sus propósitos para el nuevo año? Ser del 25% restante es más fácil de lo que parece. Sigue leyendo…

Enero es el mes adecuado para reiniciarnos, poner todo apunto para el año que tenemos por delante. Uno de los aspectos más importantes es que nuestro sistema digestivo funcione correctamente. Este es el motor principal del cuerpo. Nuestras células dependen de los nutrientes que en él se extraen de los alimentos y sólo así pueden obtener energía. El sistema digestivo tiene la capacidad de limpiar y eliminar toxina y residuos del organismo, por eso reactivarlo y ponerlo a cero es tan importante. En este artículo voy a explicarte cómo puedes hacerlo de forma fácil y rápida.

Muchas veces pensamos que nuestra digestión no es importante para la salud, no le damos la relevancia que realmente tiene, ni le prestamos la atención que merece. Y ciertamente, importa, y mucho. La mayoría de nuestros problemas de salud empiezan aquí. Así, a través de la digestión, se pueden saber muchísimas cosas. Si la digestión va mal, algo no funciona correctamente en nuestro cuerpo. El 80% de nuestro sistema inmune se encuentra en el sistema digestivo, si tienes falta de energía, alterancios del ritmo intestinal (estreñimiento, hinchazón, flatulencias…) malas digestiones, dolores de cabeza, alteraciones del sueño, problemas de piel (acné, eczemas, psoriasis…), cambios bruscos en el peso corporal… presta atención y escucha tu interior; al sistema digestivo se le conoce como el segundo cerebro, por eso todo comienza aquí.

Nuestro cuerpo está capacitado para eliminar toxinas, pero tenemos que darle las herramientas necesarias para ello. Nuestra eliminación debería ser perfecta.

5 tips que te ayudarán a mejorar tus digestiones

Y te preguntarás… ¿cómo saber si lo estoy haciendo mal? Pues bien, empecemos por el principio, aquí van 5 tips que te pueden ayudar:

1. COME CUANDO TENGAS HAMBRE. Esto parece obvio pero la mayoría de las veces no es así. Esperar a comer cuando tengamos hambre significa que tu cuerpo ya está listo para digerir los alimentos. Si comemos sin hambre le estamos dando más comida cuando tu cuerpo no tiene esa energía para digerirlo y se empieza a acumular como tóxicos. A veces creemos que tenemos hambre pero en realidad estamos deshidratados. Prueba a beber un vaso de agua cada vez que sientas hambre, si persiste come, si se pasa, es que tenías sed, en lugar de hambre.
2. COME SIEMPRE A LA MISMA HORA. Al cuerpo le gusta la rutina, y sobretodo al estómago. Si nos ponemos horas, el cuerpo te pedirá comida a esa hora, eso si, siempre teniendo presente el tip número 1, si no tienes hambre no comas, date un rango de 1 hora arriba, 1 hora abajo.
3. NO COMAS SNACKS DE MANERA CONTINUADA DURANTE TODO EL DÍA. Come 5 veces al día, y en las comidas principales siempre una porción importante. Tu sistema digestivo necesita tener periodos de inactividad, hasta la siguiente comida para no acumular esas toxinas y estar preparado para la siguiente digestión. Intenta que el picoteo entre horas, sea saludable.
4. MASTICA BIEN. Todo comienza aquí, debemos estar muy presentes en el momento de la masticación porque la digestión comienza desde la boca y eso va a influir en cómo absorbemos los alimentos.
5. NO TOMES BEBIDAS FRÍAS DURANTE TUS COMIDAS y en general durante el día. Hay una idea errónea de que el agua fría ayuda a quemar calorías. Es mejor tomar el agua antes de la comida y unos 10 minutos después. Te ayudará con el proceso de digestión.

Fácil, ¿verdad?

La alimentación, la digestión y la salud deben ser fáciles de seguir.  Las dietas súper complicadas no funcionan, sólo tienes que escuchar a tu cuerpo, y estar alerta. La clave es bien sencilla: Debemos estar bien nutridos lo que lograremos con buenas digestiones; protegiendo la barrera intestinal y detoxificando el organismo, eliminando los residuos que en él se acumulan.  

Ahora sólo tienes que comenzar, presta atención y tu cuerpo te hablará.

 

¡#REACTIVA tu sistema digestivo y ponte a punto!