El chocolate es conocido por su riqueza en grasas y carbohidratos, lo que le otorga un alto contenido calórico. El estrés del día a día puede afectar a tu equilibrio emocional y es en esos momentos cuando recurrimos a comer el chocolate que tenemos guardado para los “por si acaso” porque nuestro cerebro lo asocia como una fuente de motivación. ¿Conoces el porqué de este comportamiento?
Su consumo ha sido relacionado con sensaciones placenteras, ya que participa en el sistema de recompensa del cerebro, que no es más que un mecanismo de nuestro cerebro por el cual asocia ciertas situaciones a una sensación de placer y fuente de motivación. De este modo, a partir de estos aprendizajes vividos, nuestra tendencia en el futuro es a repetir esas experiencias.
Historia
El chocolate, un alimento con raíces mexicanas, cuenta con una fascinante historia. La leyenda dice que el dios Quetzalcoatl obsequió a los humanos el árbol de cacao, que más tarde recibiría el nombre científico Theobroma Cacao, que en griego significa “alimento de los dioses”.
Tipos
El chocolate es una mezcla que se obtiene de las semillas del cacao mediante la extracción de la manteca y el polvo del cacao al que se le añade azúcar posteriormente.
Existen diversos tipos de chocolate, clasificados principalmente según su contenido de cacao. Algunas variedades incluyen:
- Chocolate Oscuro o Negro: Con alto contenido de cacao (del 60 al 80%). Se divide en dos categorías: negro amargo (mínimo de azúcar) y semi-amargo (endulzado).
- Chocolate Blanco: Contiene poca presencia de cacao, principalmente manteca de cacao, leche en polvo y azúcar.
- Chocolate con Leche: Mezcla de pasta de cacao (25-40% de cacao) con leche y azúcares.
- Chocolate Rosa o Rubí: Una variante reciente, elaborada a partir de granos de cacao de la variedad rubí, con un sabor y color distintivos.
¿Por qué me apetece comer chocolate cuando tengo estrés?
Esto se debe a los efectos bioquímicos que tiene el chocolate en el cuerpo. Produce un aumento de síntesis de serotonina, un neurotransmisor implicado en el estado de ánimo, y que cuando sus niveles son elevados nos sentimos más felices. Con esto, puede favorecer también la liberación de endorfinas, las famosas “hormonas de la felicidad”, encargadas de mejorar el humor.
Por lo general, el dulce y los alimentos grasos generan sensaciones placenteras ya que activan el sistema de recompensa del cerebro. Precisamente esto hace que el sabor dulce del chocolate (que se debe en gran medida al porcentaje de azúcar) se asocie a un aumento puntual del estado de ánimo y energía.
Sin embargo, su consumo debe ser moderado debido a su alto contenido calórico. Se recomienda entre 1 o 2 onzas al día. Y como bien sabrás, también puedes optar por el uso de ingredientes naturales con acción sobre el estado de ánimo como el azafrán y la ashwagandha.
A base de extractos vegetales y cromo, indicado para comidas copiosas. Con Ashwagandha que contribuye a la relajación en periodos de tensión nerviosa y ansiedad.
El Azafrán contribuye al equilibrio emocional y ayuda a mantener un estado de ánimo positivo.
En resumen, el chocolate es una delicia con una historia fascinante y beneficios potenciales para la salud cuando se consume con moderación, especialmente en sus formas más puras
* Propiedades saludables autorizadas en el Registro Europeo nº 432/2012 o inscritas en el Registro de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
** Los complementos alimenticios no deben usarse como sustitutos de una dieta equilibrada ni de un modo de vida sano. No superar la dosis recomendada. Mantener fuera del alcance de los niños. Para satisfacer las necesidades nutricionales es importante seguir una dieta equilibrada y variada y un estilo de vida saludable. Por su contenido en Curcuma, no es aconsejable tomar en embarazo, lactancia y en menores de 18 años.
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